La versatilidad de la Fender permite desde la marcha a la caricia; he aquí un ejemplo de la segunda opción, donde se puede apreciar, con poco ruido y muchas nueces, las posibilidades acústicas de quien sabe extraerlas de la joyita que abraza.
Recomiendo volver a ver la película "El cazador" de la cual esta melodía es parte de su banda sonora.
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